Querida yo:
Acá estamos. Con todos los mambos y las locuras que llevamos encima, lo estamos intentando. A veces un poco mejor, a veces no tanto, pero lo estamos intentando y cada tanto sentimos la satisfacción de que estamos haciendo las cosas bien.
Quisiera poder prometerte que siempre vas a sentirte feliz. Que va a ser fácil y que si no lo es, al menos siempre voy a poner lo mejor de mí para calmar las tempestades. Que siempre voy a tirar para adelante, que si no lo consigo antes, al menos voy a detenerme justo un instante antes de empezar a caer.
Pero sé muy bien que es mentira y que, además, vos no me vas a creer.
Te prometo, en cambio, aquello que voy a cumplir, aún cuando me cueste el mayor de mis esfuerzos (ese que, demasiado seguido, no estoy dispuesta a hacer. Pero te estoy prometiendo, y esta vez sí va a suceder).
Te prometo que te voy a regalar los ratos que necesitás para que nos encontremos y charlemos de las cosas que nos pasan, que cuando necesites que te sacudan lo voy a a hacer y que cuando vos vengas a calmarme, voy a morderme la boca para no protestar. Que vamos a empujar las dos para el mismo lado cuando haga falta hablar, que cuando sientas que se te fueron los ánimos de todo, yo te voy a dar un poquito más y quizás así lleguemos. Que voy a pedir ayuda cuando la necesite, sólo si vos me prometés que vas a reírte más fuerte y a jugar sin vergüenza y a dejarte ser. Te prometo que con cada día que pase vamos a soltar un poquito más y que cuando estés aferrándote a cosas que te hagan mal voy a hacerte cosquillas en las palmas de las manos para que dejes ir. Te prometo que no me voy a reír cuando quieras actuar o cantar ante otros y que me voy a amigar con esa manía que tenés de llorar por todo, no importa el lugar o la situación. Después de todo, somos como somos.
Te prometo que me voy a sentar a estudiar, si vos me prometés que vas a ser libre. Y que voy a deshacerme de los miedos, si vos me prometés que vas a estar dispuesta a dejarte llevar. Que voy a cuidar más de las personas que amamos y que voy a hacer todo el esfuerzo para ser un poquito menos egoísta e infantil.
No puedo prometerte que siempre vamos a estar bien, pero te prometo que vamos a intentarlo. Y que por muy enojada que pueda estar con el mundo a veces, no te voy a culpar. Que voy a ser más agradecida y más cariñosa con vos y con los demás. Que siempre te voy a querer.
Prometeme, a cambio, que vos vas a dejarte querer.
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