Todo, absolutamente todo en este Universo es energía. El sol, el aire, la tierra, el agua, el fuego, los animales, las plantas, nosotros, todos estamos compuestos por energía en movimiento.
A veces la energía no puede más de tan concentrada que está y explota impresionantemente, llevándose todo por delante, destruyendo (y constituyendo) sistemas enteros. Simplificando enormemente, eso es una supernova; la explosión de una estrella, debida posiblemente a alguno de estos dos fenómenos: un exceso de masa que ya no puede desarrollar reacciones termonucleares en su núcleo y que es incapaz de sostenerse por la presión de degeneración de los electrones, lo que la lleva a contraerse y explotar en una enorme emisión de energía, o una enana blanca que recibe demasiada masa de su compañera, supera un límite-de-no-se-qué-cosa y procede a la fusión instantánea de todo su núcleo, generando una explosión termonuclear que expulsa casi todo, o todo, el material que la formaba (no es que yo sepa mucho de estas cosas, pero algo así explica Wikipedia).
La energía que genera una supernova es tan potente y tan veloz que a veces puede percibirse desde la Tierra a simple vista, durante un par de días, en el espacio negro donde antes, para nuestro ojo humano, "no había nada".
Salvado todas las distancias, me siento como una estrella a punto de colapsar y desintegrarme en millones de fragmentos disparados a la velocidad de la luz por todo el Universo. Me sobran ganas de hacer cosas, me sobra energía para hacer cosas, me sobran anhelos e ideas y mi cuerpo y mi cabeza no alcanzan a moverse a la velocidad que mis células quisieran hacerlo. Mi mente se dispersa constantemente en decenas de direcciones y necesito hacer un esfuerzo enorme para volver una y otra vez a concentrarme en las contadas cosas que requieren mi atención completa y con urgencia, asuntos que tienen que resolverse antes de que toda yo pueda vagar por nuevos caminos: recibirme, resolver el tema de la cobertura de salud, tener un ingreso fijo (¿buscar y conseguir un empleo? ¿o generarlo? ¿dónde? ¿y de qué?; con sólo ese tema me fragmento en mil). Pero no contenta con eso sigo generando cosas para hacer, me entusiasmo con algo, le meto a eso, me olvido, lo abandono, sigo con otra cosa, soy un cúmulo de proyectos inconclusos e ideas llamativas como espejitos de colores que, lo siento, en cualquier momento va a explotar como una estrella en la profundidad del cosmos.
Y después...
después de esa explosión no sé qué va a quedar.
Espero que algo limpio, prometedor, nuevo, bello.
Así dice la gente del Discovery Channel que explota una estrella.
Hasta pensándolo metafóricamente, desintegrarse así da miedito.
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