Paseando de página web en página web (sí, lo admito, a veces frecuentemente lo hago porque me puede) encontré una lista que se llama "Fun Things to Do by Yourself", que significa algo así como "Cosas divertidas que hacer a solas" (por si hace falta aclararlo: ¡mal pensados abstenerse!).
No soy una persona solitaria pero sí alguien que disfruta mucho de pasar tiempo sola. En silencio o con música que me guste, que puede ir de Chopin a Rhianna dependiendo de mi estado de ánimo y del tiempo, leyendo, mirando series o películas, ordenando o limpiando, haciendo compras, caminando sin apuro por la ciudad, jugando con mi perra (Fiona, se las presento acá; pd: la amo), tirada en la cama pensando en todo y en nada a la vez, tomando mate, escribiendo. Si supiera tocar la guitarra creo que esa sería otra de mis actividades; y por el otro lado, aunque amo bailar, sola nunca lo he hecho. De adolescente más que ahora, incluso con propuestas de amigos para estar con gente, a veces prefiero mi pequeña burbuja. Aún más, me pasa de estar efectivamente con gente y que lo que más quiera es separarme del mundo y tener un rato para mí, sin otra cabeza más que la mía.
Por eso el título de esa lista me atrajo inmediatamente. Y es tan genial que se las comparto, traducida y retocada, para la que se anime a pasar un ratito sin nadie más que sí misma. No siempre es fácil, sobre todo cuando tenemos la cabeza cargada de cosas y entonces la soledad nos lleva a pensar de más en todas las cosas que no nos hace bien pensar, a enredarnos en nuestros sentimientos confusos, a enroscarnos en situaciones a las que no le vemos solución, a excavar en memorias tristes oangustiantes que nos ponen de un humor gris y melancólico. Son esos momentos en los que nuestra primera reacción es rodearnos de ruido y gente y cosas para no pensar, cuando a veces lo mejor sería aplacar todo lo que viene de afuera para reconectarnos con esa parte de nosotras que tiene algo para decirnos aunque simplemente sea "estoy acá, quiero ser tu amiga y podés contar conmigo".
En fin, he aquí la lista, con actividades para todos los gustos y ciertamente para todas las edades. Yo ya me apunté algunas para hacer a la brevedad.
- Andá a ver una película triste y embarazosa. De esas películas que no irías a ver con nadie porque a) se reirían de tu elección b) te mirarían de reojo cada 5 minutos para ver si ya estás llorando c) a la salida del cine te dirían que fue un desperdicio pagar $60 por eso, y fundamental d) te da vergüenza admitir que tenés todas las ganas de ver esa película.
- Viajá a algún lugar nuevo. No tienen que ser muchos días, ni siquiera tiene que ser lejos, puede ser esa ciudad pegada a la tuya a la que nunca fuiste; lo que cuenta es que sea un lugar nuevo para vos y que vayas sin compañía. Para ver lo que quieras ver, hablar con quien quieras hablar, conocer lo que quieras conocer y explorar a tus anchas.
- Salí a cenar. Llevate ese libro que no podés dejar de leer y ordená algo rico sólo para vos. Y que no te importe si otros te miran, estás en una cita con vos misma y es tan valioso como estar ahí con alguien más.
- Recorré un museo. Sin ningún compañero que rezongue porque lo último que quiere hacer es ir a un museo, sin guías que te expliquen qué es lo que se supone que estás viendo y sin nadie que te apure para moverte a la siguiente pieza.
- Regalate un día en un spa o unos masajes. Ni falta hace que te diga de qué va esta opción.
- Perdete en una librería. Mejor si es una grande. Entrá sin horario de salida, mirá todo lo que quieras mirar, leé las contratapas de los libros que te interesan, pispeá las hojas dentro y cuando encuentres un libro que te atrape sentate en el rinconcito que encuentres y ponete a leer.
- Ponete al día con alguna serie. ¡Maratón de tu serie favorita! Para verla de la manera que más te guste y disfrutarla sin nadie pidiéndote que dejes de sufrir, que realmente nada de lo que pasa es tan grave.
- Andá a un concierto gratis. En todas las ciudades, no importa el tamaño, cada tanto hay algún espectáculo musical gratis o relativamente económico para ver. Puede ser en una plaza, en un centro cultural, en algún bar o café concert. Si vas sola vas a pasar más tiempo escuchando y disfrutando la música antes que hablando con otro, comentando lo que ven y lo que escuchan y lo que hace la gente a su alrededor.
- Andá a un karaoke a cantar. Ok, no sé si yo me animaría ¡pero sería genial! Subirte a un escenario delante de completos desconocidos y cantar con toda la fuerza de tu alma y de tus pulmones como si fueses Gloria Gaynor o como si estuvieses en la ducha. Y que no te importe nada.
- Detenete a mirar la gente pasar. Andá a un lugar público, como un parque o un shopping, sentate en un rincón tranquilo y dedicate a mirar a la gente que pasa por ahí. Prestá atención y quizás después de un rato, además de encontrar escenas interesantes o graciosas empieces a pensar en cosas que nunca antes habías pensado. ....................................................................................................................................................
- Tomate algunas selfies. Ponete algo que te guste o que te resulta gracioso o que te compraste y que nunca te animaste a usar (si preferís, robale algo a tu hermana de su placard) y sacate fotos sin vergüenza ni prejuicios como si fueras una adolescente de quince años en el baño de un boliche. Total nadie más tiene que verlas, ¿cierto?
- Completá un proyecto que venís posponiendo hace rato. Sea actualziar tu CV, buscar trabajo, darle forma a un emprendimiento nuevo, terminar ese cuento o novela en el que venís trabajando hace tanto, lo que sea. Encontrá un lugar tranquilo (tu sala, tu boutique café preferido, el bar de la esquina de tu casa) y ponete con eso hasta terminarlo.
- Retá a tu mente. Con lo que sea: un crucigrama, un sudoku, si estás inspirada incluso con un Cubo de Rubik. Y proponete no abandonar hasta tenerlo resuelto (y cuando lo resuelvas, se me ocurre, ¡premiate!).
- Pasá un rato en la naturaleza. No hace falta que te vayas hasta las sierras de Córdoba, sólo hace falta que sea un lugar natural y tranquilo; con un rato junto al río o en la parte más verde y linda de tu parque favorito alcanza. Detenete a observar la vida a tu alrededor y llenate de ella.
- Experimentá en la cocina. Sin más chef, juez ni comensal que vos misma, sacá a relucir tu cocinera interior y probá hacer ese plato que nunca te animaste a cocinar. ¡Y que salga lo que salga!
- Mirá las estrellas. En la ciudad no se ven mucho, pero aún así... tirate de panza al cielo y maravillate de lo pequeños que somos comparados con el resto del universo.
- Probá una actividad física nueva. Tengo demasiadas amigas que no han empezado el gimnasio ni clases de baile ni acrobacia porque no tenían a nadie que los acompañara. ¡Vamos gente, estamos grande! Y por experiencia propia digo: pocas cosas se disfrutan tanto como empezar una actividad sola, llena de miedos e inseguridades y después de un par de clases comprobar que al final no era tan terrible, que podemos hacerlo y que hay un montón de gente como nosotros disfrutando de lo mismo.
- Salí de compras. Personalmente detesto ir a comprarme ropa (o lo que sea) arrastrando a alguien conmigo. Salí sin nadie más que vos y dedicate el tiempo que necesites a entrar a los negocios, consultar precios y probarte cosas, socializar con vendedores y elegir lo que más te guste.
- Tomá un baño largo y caliente. Y si la casa está sola mejor, para que nadie te golpee la puerta diciendo que necesita el baño.
En resumidas cuentas: animate a convertirte en tu amiga y compañera, que después de todo, somos la única persona que va a estar siempre con nosotras, hablándonos y tratando de cuidarnos del mundo y de nosotros mismos.
Otro video que no tiene nada que ver con nada, pero Regina
Spektor es rara y me gusta y esta canción la escuché como cuatro veces
mientras escribía esta entrada. ¡Disfruten!
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