En algún punto dejar de ser vos y yo...
Abrazos como una fusión,
Abrazos como una fusión,
abrazos como desaparecer del mundo para volver cuando se está lista,
abrazos cálidos, abrazos mullidos,
abrazos que te liberan,
abrazos que te apuntalan cuando sentís que estás cayendo.
Abrazos que acarician,
que calman,
que susurran mudas canciones de cuna al oído.
Abrazos que liberan tus lágrimas, que las absorben y que las transforman en otra cosa más liviana hasta que al fin desaparecen.
Te propongo algo. Yo me acurruco y vos me abrazás y nos quedamos así detenidas hasta que aclare el cielo. No necesito mucho, sólo sentirte respirar contra mi cuerpo y que cada caricia suave que dibujás en mi espalda le quite un poquito de peso al mundo. Tendré los ojos cerrados y mis pestañas quizás te harán cosquillas y alguna susurrurá algo tonto y nos reiremos despacito para no interrumpir la calma que nos rodea y que nos invade de adentro hacia afuera.
Y voy a suspirar profundo y voy a sonreír sin darme cuenta y todo va a sentirse bien y en mi cabeza voy a recitar una oración de gracias. Y cuando nos miremos a los ojos quizás veas en los míos que ese abrazo es mi lugar en el mundo.
***
Éste era mi desafío personal de septiembre: actualizar el blog día por medio. Siendo que ya estamos a 9 de mes y recién estoy comenzando, puede decirse que fallé bastante. Igual, nunca es tarde para empezar, ¿cierto? así que hoy arranco. Intentaré actualizar como dice el reto, día por medio... para motivarme, me sumo al desafío creativo que una vez hicieron en el blog Caminomundos, y que es escribir usando de guía el abecedario. Al que quiera intentarlo, también, ¡lo invito a hacerlo! El que juegue, si quiere, que deje el enlace en los comentarios y nos leemos entre todos. Y que la tinta desgaje a la cabeza y al corazón...
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